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Buscar la Quietud y Evitar la Queja

Jaime Padilla

Maestro en Educación. Académico de tiempo completo en el Instituto UNAO, especialista en procesos de formación docente, metodologías para la planeación didáctica, diseño e innovación curricular. Aficionado en escribir temas que permitan reflexionar acerca de la complejidad del ser humano y la vida en general.

Continuaré tratando de abordar un importante tema, el descubrir la razón de nuestra existencia (el sentido de la vida).

 

¿Por qué hay tanta gente triste o viviendo en un estado de depresión? La violencia y la agresión están manifestando de nuevas formas y además con una intensidad mayor, también es perceptible el sentimiento de orfandad que padecen algunas personas (de todas las edades). Pareciera ser que está acrecentando la angustia, la ansiedad, siendo efectos de diversas causas, en donde se ve inmiscuido el modelo económico y las políticas públicas que rigen a las sociedades.

 

¿Acaso se puede vivir en estado de plenitud en un mundo de caos? El padre del pensamiento complejo diría que sí y la auténtica forma de hacerlo es que cada persona consiga su auto-realización, en palabras pareciera ser una situación simple, sin embargo, tiene implicaciones bastantes complejas, las cuales, a lo largo de la historia de la humanidad han tratado de abordarse y dar posibles soluciones. Algunos otros pensadores, más pesimistas aludirían a que el ser humano por naturaleza es infeliz, tal es el caso de Arthur Schopenhauer

 

En nuestros contextos hay demasiados estímulos, ruidos que mantienen ocupados nuestros sentidos y tienen como finalidad hacernos parte de una cotidianidad que centra sus esfuerzos en logros, pareciera ser homogenizados, es decir, hay una solución general para la satisfacción de las sociedades, avances escalonados que todos deseamos o creemos desear. No quiero decir, que los logros sean negativos, no es mi intención, pero al tratarse del Fenómeno Humano, no podemos generalizar el satisfacer una necesidad de forma general, esto solo obstaculiza que la persona desarrolle la capacidad de descubrirse, de reflexionar sobre el sentido de su existencia.

 

Considerando las condiciones en que se desarrollan las sociedades, se favorece el caos, sin embargo, actualmente se están visibilizando los esfuerzos por un despertar de la conciencia, lo que implica una revolución, pero no una revolución de armas ni en donde nos perjudiquemos los unos a los otros, sino más bien, una revolución del pensamiento, una revolución que busca la liberación de la conciencia, la conexión que nos unifique.

 

Hoy voy a proponer dos acciones que podemos realizar y la intención es, además, descubrir cómo aplicarlas en nuestra persona. “Buscar la quietud”, como ya mencioné, en los contextos hay ruidos, diversidad de estímulos que nos mantienen alertas, y si todo el día estamos inmersos en tales ruidos, es necesario buscar la quietud. Quiero que pienses por un momento en lo siguiente: te introduces en una poza de agua clara, tus pies alcanzan el fondo y mientras más movimiento haces dentro del agua, esta deja de ser clara, pues en el interior de la poza comienza a haber un movimiento que mezcla la tierra con el agua, hasta no poder visualizar lo que hay dentro, la solución radica en quedarse quieto hasta que la tierra se asiente y el agua se calme, entonces podremos volver a ver que hay dentro. Una situación parecida sucederá en tu persona, si buscas la quietud, te aseguro que comenzarás a ver con claridad lo que hay dentro de ti. Probablemente las condiciones externas no favorezcan para este ejercicio, pero en un mundo de caos, la plenitud se construye en lo interno, de tal forma que tendremos como resultado una percepción más humana, más compasiva de nuestras realidades.

 

Por otra parte, la queja es una constante en nuestra cultura, y ésta también interfiere en como interpretamos lo externo, el cómo vivimos las realidades inmediatas. Durante el día hay quejas por todo, por el tráfico, el calor, el trabajo, los quehaceres, la familia, la lista sería interminable. Te invito a que “evites la queja”, notarás que mientras más practiques evitar la queja, disminuirán ciertos malestares a los que inclusive, ya nos estamos acostumbrando. La queja produce un malestar en la cognición, en el alma y en muchos casos el cuerpo sufre las dolencias (somatización).

 

Agradezco el tiempo que has tomado para leer estas líneas y reitero que mi deseo para con cada uno de nosotros, es que reflexionemos acerca de nuestra existencia, que tengamos la determinación de descubrirnos y comencemos a andar por el camino que nos permite y nos lleva a Ser.

Oaxaca – abril 2022

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