¿Qué harían ustedes con 44 mil millones de dólares? Es una pregunta importante, apuesto a que más de uno ya hizo el cálculo y se trasladó al menos por el lapso de unos minutos al sueño de tratar de administrar en una vida completa tal cantidad de dinero, algunos lo distribuirían entre la familia, pagarían deudas, asegurarían el futuro de sus hijos, viajarían, etc, etc, etc.

 Hace un poco más de dos semanas Elon Musk   empresario arquitecto en Tesla, fundador de SpaceX y otras compañías considerado la persona más rica del mundo en la lista de multimillonarios de Forbes, hizo una propuesta a los directivos de la red social Twitter para comprarla por tal cantidad, en días anteriores fuimos testigos de la avalancha de información en la cobertura respecto a que parece inminente que el magnate sea en un futuro no muy lejano el dueño de tan apreciada red.

Lo anterior ha permitido poner sobre la mesa por un lado las enormes diferencias económicas en el mundo, pero también, y es la cuestión que me resulta más interesante ¿Para qué compraría una red social?, cada semana me encuentro con escenarios distintos en donde la palabra tal como hemos visto tiene un inmenso poder, el caso Musk-Twitter abre un debate sobre la posibilidad tal como él lo planteó de desbloquear el increíble potencial de la empresa de redes sociales.

¿Desbloquear?  Es un verbo curioso, cuando bloqueas a alguien o algo quiere decir que has interpuesto una barrera para que no pueda llegar, atravesar, ¡Comunicarse!, Twitter sentó un precedente al bloquear, anular, silenciar discursos que promueven el odio hacia otras personas o la ignorancia sobre temas como la pandemia por poner algunos ejemplos, lo que la red social decidió hacer en ese punto me pareció el inicio de una discusión interesante sobre ¿qué se puede decir en los espacios virtuales?, ¿cómo comenzaríamos a comunicarnos entonces?, en el momento en el que Elon Musk declara que desbloqueará el potencial de Twitter me parece está anunciando el retiro de diversos candados que ya habían sido puestos para evitar que en pleno 2022 las personas sigan a otras y no asuman un criterio para opinar o construir argumentos.

¿Qué es lo que viene? nuestra atención deberá estar puesta hacia las decisiones que se tomen a partir de ahora y revisar que en este caso se trata del uso de la palabra en su máxima expresión, twitter será un oasis en el que todos podamos decir lo que consideremos sea lo mejor para nosotros y esas opiniones se quedarán en el ciberespacio de manera permanente.