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La Otra Voz

Alicia Solano

Dra. en Desarrollo Humano / Mtra. en Educación; académica de tiempo completo y Coordinadora de Proyectos de Investigación del Instituto UNAO. Apasionada de los procesos creativos literarios, escribe cuento y desarrolla temas relacionados con la investigación educativa.

Siempre has pensado que tu voz es algo a lo que debes renunciar, recuerdas las veces en las que una y otra vez veías de niña la película de la Sirenita y le dabas la razón a la bruja cuando lo que quería era la voz de la sirena, siempre te han regañado porque era tu princesa favorita, ¡pobrecita tan dependiente, tan necesitada, tan rogona! y todo lo que hizo ¿para qué?, si al final el príncipe resultó ser un patán y estaba a punto de quedarse con la manipuladora que robó lo que le pertenecía a otra, eso pensando en la versión más rosa de la historia y cuando leíste la verdadera supiste entonces que era lógico que terminara sacrificándose y el amor de su vida ni se enterara, éstas y otras cavilaciones te tuvieron media hora más en la cama, finalmente te decides, te levantas y comienzas éste que resulta ser el día:

7:45 a.m.

Ayer decidiste que no volverías a hablar, sé que lo has dicho muchas veces, pero lo que sucedió anoche te confirma que cualquiera que sea su volumen, o su tono, o el orden en el que utilices las palabras no sirve de nada ya que la otra voz se impone siempre, que en cuanto comienzas a decir algo siempre se antepone el NO, para indicarte que lo que dices es impreciso, es tonto, es irracional.

Sales de tu habitación, estás sola, te preparas un café, tomas unas galletas, de esas que se te han hecho una especie de vicio, no te importa que la otra voz te mencione constantemente que ya debes cuidarte, que no te ves bien, que esas son formas de descuidarte, etc. Te levantas de la mesa y prendes la computadora y el IPad, te quedan cinco minutos para comenzar tu jornada, has aprendido que así sea un minuto debes aprovecharlo al máximo, entras en punto a la sesión de zoom y entonces tu cara cambia debes dar la bienvenida a 20 personas de las cuales 5 te observan y de las otras 15 solo lees su nombre en la pantalla.

8:00 a.m.

¡Buenos días!, ¡Cómo están!, son frases que repites al menos tres veces hasta que una voz te contesta, te das por bien servida y comienzas con el monólogo eterno al que te has estado acostumbrando desde hace ya más de un año, hablas y hablas y hablas, en algún punto observas la hora, te reconforta saber que cada vez falta menos, llega la hora de la comida y como en las películas en las que suena el timbre y salen los niños corriendo le das clic a finalizar la sesión para todos y puedes levantarte.

Te duele la espalda, las piernas, ves cómo se vuelven a inflamar los tobillos, lo que alcanzas a hacer es acostarte un momento y subir las piernas, tu abuela te dijo que acostándote y subiendo las piernas en una almohada la sangre circula y de nuevo se activa todo y comienza la desinflamación.

15:00 p.m.

Hora de la comida

La otra voz acaba de llegar, nunca te ha exigido que esté la comida lista, al contrario, siempre exalta que es muy buena onda por permitirte omitir ese trabajo, comes, rápido, te llenas la boca, evitando contestar a cualquier señalamiento, la comida siempre dura poco, recoges todo y te disculpas con la mirada porque debes volver a sentarte a trabajar, piensas que lo llevaste muy bien, que de hacerlo así todos los días podrían estar bien.

16:00 p.m.

Te vuelves a conectar, afortunadamente hoy terminas a las 21:00, continúas hablando y lo haces emocionada, el día salió bien, libraste al menos ya dos partes, contrario a las sesiones de la mañana en este momento lamentas que las clases se acaben, te preguntas por qué si hay turnos nocturnos en los trabajos o hay lugares que funcionan las 24hrs., las escuelas y las universidades no hayan implementado esa modalidad, te distraes reflexionando en si esta opción sería un éxito o no y cómo sería si tú crearas la primera escuela con esta modalidad, en eso estás cuando te interrumpe el señalamiento de uno de tus alumnos que anuncia que la clase se ha terminado, regresas inmediatamente a la realidad y terminas la sesión.

21:00 p.m

Nuevamente te levantas y lo primero que viene a tu mente es cómo hacer para dormirte lo más rápido posible, quieres meterte inmediatamente a la cama, pero recuerdas que tienes todavía los exámenes de un grupo de 34 alumnos que revisar, no puedes hacerlo mañana porque la clase comienza a las 7, comienzas la revisión, pasan dos horas y el tiempo se va rapidísimo, tomas tu teléfono y te distraes revisando los mensajes que no has visto durante el día, revisas videos y justo cuando uno llama tu atención y lanzas una carcajada, se oye la otra voz que interviene diciéndote ¿qué haces con ese teléfono?, te sientes torpe, al punto en que casi se te cae de las manos, con una seña te indica que se lo entregues y al principio niegas con la cabeza, la voz lo pide más alto y en un intento por dejar claro algo intentas mascullar un no, vuelve a insistir pero en esta ocasión en un grito desesperado, tú te levantas y te metes al baño sin decir una palabra.

23:15 p.m

Oyes que la puerta del baño se abre sin problema, tomaste la decisión de meterte a bañar tratando de evadir la solicitud, a través de la cortina de baño observas una sombra, lo que te llama la atención es que la reconoces y te aterra reconocer la sombra que proyecta el objeto que tiene en la mano, te dice claramente ¿sabes que si te matara en este momento nadie se acordaría de ti?, te observa, ve en tus ojos el terror de sentirte indefensa, ríe en un estruendo y sale del baño no sin antes recordar lo tonta que eres y lo fácil que es asustarte.

23:45 p.m

Sales del baño y te cambias, te metes a la cama en absoluto silencio, piensas que si te duermes pasará el tiempo más rápido y mañana el día comienza antes y el trabajo te mantendrá ocupada a partir de las 7, no sabes en qué momento de la noche te despierta la sensación de ahogo, abres los ojos y tienes sus manos alrededor de tu cuello, la primera vez que no dice nada, los ojos, observas sus ojos, aquellos que antes te gustaba mirar, más fuerte, más encima de ti, intentas hablar pero ahora no puedes, salen unos sonidos apenas audibles y al percibirlos entonces aprieta más fuerte y más encima de ti, la voz tu voz ya no puedes ocuparla, ya no puedes hacer nada, este día al final de cuentas sí resultó ser diferente, tu último pensamiento te lleva a pensar ¿quién abrirá la sesión zoom de mañana a las 7?.

Oaxaca – abril 2022

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